Sarvangásana (Postura de la vela)
Ejecución:
Trabaja sobre:
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Inversión de los fluidos corporales (sobretodo sangre).
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Inversión de la fuerza de gravedad en tronco y piernas.
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Fortalecimiento de piernas y espalda por tonificación.
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Elongación de las cervicales y musculatura cervical, parte alta de las dorsales.
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Tiroides, paratiroides, hipófisis, epífisis, hipotálamo, cerebro, cerebelo y bulbo raquídeo.
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Ojos y oidos (por aumento de sangre)
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Hombros.
Chakras:
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Equilibra el funcionamiento glandular.
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Actúa sobre tiroides, paratiroides, hipotálamo e hipófisis.
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Facilita el aporte de sangre venosa al corazón y mejora en general la circulación sanguínea del organismo.
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Mejora el alimento a los tejidos y aumenta considerablemente la capacidad de resistencia del organismo.
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Descansa y descongestione los órganos abdominales.
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Aumenta la afluencia de sangre a la cabeza, reactiva y perfecciona el funcionamiento del cerebro.
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Fortalece todos los músculos y nervios de la espalda, la columna vertebral, cuello y brazos.
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Seda el sistema nervioso.
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Facilita la interiorización mental y combate las fluctuaciones psicomentales.
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Previene o combate en su caso: las hemorroides, varices, constipación, ptosis (caída) abdominal, los trastornos protáticos, impotencia, desarreglos hormonales, gastritis, irritavilidad, falta de memoria, algunos tipos de úlcera y los resfriados nasales.
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Mejora el sistema respiratorio (bronquitis crónica, asma).
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Insomnio.
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Amigdalitis, faringitis.
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Inflamación uterina.